miércoles, 28 de enero de 2009

Sí, liberales en España (II)

Escribo con el estómago vacío, manzanilla y una manzana. Hoy estaré más cascarrabias que de costumbre -si cabe-.

Terminaba ayer reclamando, para todo liberal español que así lo fuese, la herencia de todos los que lucharon en el pasado por una España más moderna. Hoy no puedo sino echarme las manos a la cabeza, desesperarme y preguntarme por qué en este país seguimos -y seguiremos- cometiendo siempre los mismos errores de siempre. Ora en la función pública, ora en el ámbito privado. Hoy, sin embargo, lograba leer que el Supremo no reconocía la objeción de conciencia para EpC. Una nueva derrota del individuo frente al Estado.

De ello hablaré mañana, hoy echaré mi bilis -no sé si es la mejor comparación tal y como estoy- de nuevo sobre los liberales en España. Por qué existieron lo hablamos ayer y lo repito hoy: quisieron modernizar España. Hoy entro en el terreno de lo puramente político, de la actualidad y de lo desesperante que resulta, a veces, ser liberal en un país que reclama las máximas libertades para el individuo y luego se echa a la mínima en brazos del Estado protector y despilfarrador.

Es una lástima que en este país no exista un partido verdaderamente liberal. Ayer analizábamos que Esperanza Aguirre, pese a lo comentado por Solana y contestado magníficamente por "De Frómista a Kyoto" no es una política liberal. Más bien, podría ser el paradigma de neoconservadurismo que se impuso durante los 80 y los 90 en los principales partidos conservadores anglosajones: política liberal económica y un conservadurismo social tintado de declaraciones como "los homosexuales también tienen derecho" -¡quién lo dudaría!- y del famoso "no me resigno". El resto, puro márketing de 'lideresas' impulsado desde la COPE o LD. Ser liberal implica una actitud mucho más profunda que privatizar y soltar burradas por la boca.

Laicidad del Estado. Habitualmente esto es "la ofensiva ateizante", ¡cómo si obligásemos a la gente a apostatar, abjurar de toda religión conocida y convertirse en un desflorador de monjas! No, no. El Estado laico es para garantizar la absoluta igualdad de todas las religiones mediante la vía de negarles cualquier privilegio -que no ningún derecho- y no seguir la actual vía de privilegios 'a puñaos' para todas las religiones y que ninguna se queje. Mi pregunta es simple: ¿por qué un Estado de todos los españoles debe mantener relaciones privilegiadas con la Iglesia Católica? No me valen las estadísticas, la política se hace con principios y no con encuestas. La pregunta es, ¿qué razón es la que impulsa dicha relación? ¿Cerceno el derecho de algún católico al solicitar que se le nieguen privilegios que un luterano o un musulmán no tendrían? ¿Qué justifica, en el probable caso, que las religiones tengan un trato de favor? A veces no entiendo cómo existe temor ante una exigencia que se mueve desde ámbitos muy reducidos y, como se puede comprobar en las manifestaciones, a las que acude gente muy beata y muy tradicional. ¿Es la gran masa de los españoles así? No.

Libertades civiles. Libertad y no libertinaje. Eutanasia, aborto, etc. Son derechos positivos, no implican a terceras personas en ningún momento y nos negamos a ellos por sistema, aún sin saber a ciencia cierta por qué. El caso de la eutanasia es el más sangrante y se merece una entrada aparte pero, ¿por qué limitar a la persona la plena disposición de su vida, basándose exclusivamente en criterios religiosos? La ley sobre la eutanasia no crearía, como me han llegado a aducir, que la gente matase a sus seres queridos. Entre otras cosas porque la decisión recaería sobre el propio individuo en un testamento vital. ¿A alguna beata le ofende que yo desee que me desconecten si caigo en un estado vegetativo irreversible? Yo creo que no, ¡y no debería! Sobre el aborto...pues me quedo con la opinión de "A bordo del Otto Neurath": el ser humano tiene una probabilidad del 33% de engendrar a un hijo de su cigoto. Una familia con cuatro hijos habrá abandonado por el camino a ocho seres vivos. ¿Cómo se puede ser tan asesino?

En este país de la pandereta y olé, la gente seguirá a Dios rogando y con el mazo dando. Tenemos que soportar una 'izquierda' que ni es izquierda ni es nada; a unos derechistas dominados por los restos de un tradicionalismo casposo y sin implantación -éste y no el liberalismo, ver mi entrada anterior es el que no tiene sustrato en la España de hoy- que frenan las ansias emancipatorias de toda una Nación. Ni los unos ni los otros han apostado jamás por la verdadera libertad del individuo. La sociedad totalitaria adopta varias formas, desde la revolución soviética hasta la teocracia católica, pasando por el impagable 'buenismo' pseudoprogre en el que vivimos hoy en día. Malos días para la izquierda racional y el liberalismo.

1 comentarios:

Esteban Martínez dijo...

Has estado relatívamente acertado con lo que escribes. Es verdad que el espíritu liberal en España es complicado de descifrar dentro del sistema de partidos actual y quizá aquellos que más se llaman liberales por un lado u otro pecan de unas cosas u otras que eliminan o reducen su caracter púramente liberal.

Sin embargo hay dos comentarios que hay que hacer a estos dos buenos artículos.

El primer de ellos es de la primera parte, sobre el significado de las Cortes de Cádiz o el legado del liberalismo anterior. Yo estoy de acuerdo contigo en que Fernando VII era un rey tonto. Sin embargo era el rey deseado y despues de la guerra de la independencia lo querían todos, especialmente aquellos que en nombre del pueblo y de la soberanía nacional lo confirmaban como rey. Pero también aquellos que afirmaban que la nación española era católica, apostólica y romana. El "vivan las caenas" no era un grito laico y muy probáblemente gran parte de los que actuaron en Cádiz no eran laicos. Que quiero decir con esto. Que Cádiz fueron unas cortes minoritarias, que la guerra de la independencia no era una guerra de liberales españoles contra Napoleón y que dentro de España los liberales constituían todavía una minoría que tuvo que esperar algunas décadas para consolidarse. Si te fijas, la facción moderada del partido liberal, que también era heredera de Cádiz siguió firmando concordatos con la iglesia, manteniendo un sufragio restrictivo e incluso, otros que también se declararon herederos de Menendez Pelayo y todos estos que has dicho, mantuvieron reservados el sufragio universal y los derechos de asociación y reunión casí hasta el siglo XX. Cádiz solo fue un espejismo, a mi modo de ver.

A caballo entre este primer comentario y el segundo, he de decir que las ideas, las ideologías quizá, tiene una lógica aplastante intrínsicamente. Tú mismo, cuando analizas a Marx, podrás estar de acuerdo o no con lo que decía, pero no puedes negar que tenía lógica. Yo tampoco puedo negar la lógica que tenía lo que decía Rousseau o Montesquieau o el Sr. Argüelles o el Conde de Toreno, o Cea Bermudez mismamente. Pero las ideas son solo eso, ideas que en cada país y en cada realidad se expanden de una manera diferente. El Marxismo en España derivó en anarcosindicalismo mientras que en otros países triunfaban partidos socialdemócratas de masas. Cada idea se desprende en un país de manera diferente en función de la propia realidad de cada lugar.

Por eso, porque cada lógica se desprende de manera diferente en cada país, acusar a España de país de pandereta es tratar de negar su realidad. España, ha sido muchas veces considerada también "luz de trento, martillo de herejos", estarás de acuerdo no?

En segundo lugar, quiero decir que no tiene lógica alguna que te declares social liberal y critiques al neoconservadurismo cuando tú mismo enarbolas algunas de las falsas acusaciones al Estado del Bienestar "Estado protector y despilfarrador". La lógica individualista te ciega quizá. Es ahora cuando se ha demostrado que la intervención del Estado no era tan mala como se decía, como decían algunos, utilizando argumentos tan duros como el tuyo. Es verdad lo de la crisis fiscal, es verdad lo del déficit público y la inflación. Pero hacer demasiados alegatos al individualismo puede llegar a dejarte indefenso. Y una cosa nada más para corroborarte esta idea. Imagínate que te quedas en paro, si no te protegiera el Estado...y te diera una prestación por desempleo...¿qué sería de tí sin trabajo? Piensa, que en realidad no es el Estado el que te protege sino el reconocimiento de un derecho colectivo, pagado colectivamente el que te permitirá vivir unos meses hasta que encuentres otro trabajo. Hay derechos positivos que solo afectan al individuo, como la eutanasia o el aborto, pero también hay derechos útiles y principios socioeconómicos, casi todos ellos derechos colectivos que, gestionados por el Estado y autoreconocidos por la sociedad, son útiles, deseables y muy beneficiosos para todos.

¿Por qué nos empeñamos en hacer alegatos liberales negando derechos colectivos o enarbolamos derechos colectivos negando derechos civiles? La historia del último medio siglo ha demostrado que ambas cosas, pueden y deben ser compatibles.

Un saludete Elías, y que te mejore!