viernes, 12 de junio de 2009

El moderno caciquismo

Se basa ya en promesas de trabajo a cambio de aplausos. Lo que generó alarma social entre los intelectuales de la época de la Restauración, lo que genera indignación extendida entre los ciudadanos del Reino Unido por cosas mucho menores, lo que supone la destrucción de uno de los principales pilares de la democracia de cualquier país; aquí se despacha con una nota de periódico que al fin del día hay que cambiar de sección e irse al final de la página para encontrarla.

Este es el país del "bocadillos a cambio de mítines", de "ven y te mirarán mejor" o ya en su versión de Buñuel, de "trabajo a cambio de aplausos" o en versión socialista "dinerito público a cambio de votos". Al fin y al cabo, la raíz del caciquismo se extiende por todos los partidos políticos sin fin...como en una espiral que simplemente se hace más y más grande.

No me bastan las coincidencias políticas que pueda tener con el PP -incluso mi militancia- para poder defender nada de esto. No puedo defender que se juegue con las ilusiones de personas que vinieron aquí a ganarse el pan -como tampoco que Bárcenas siga siendo senador aún teniendo una causa contra él en curso-.

Me sorprende también que la gente cegada por el argumentario de turno del PSOE se lance ahora a la yugular de personas que hacen o hicieron lo mismo que ellos hace unos añitos. Ni unos ni otros pueden acusarse de ser altavoces de la limpieza política porque ambos han tenido y tienen su telita con la 'caja B' y sus escándalos.

En la política hay personas de una honradez y una capacidad de trabajo impresionantes. Personas que no viven para el partido sino para la ciudadanía; lo triste es que en muy pocos casos son los que de verdad llevan el peso político -más bien los que reparten el panfleto en la calle- y los que asumen el cambio de terna que debe sufrir nuestro sistema político.

Joaquín Costa lo propuso, ¿para cuándo un Maura o un Canalejas? ¿Quizá sea Rosa Díez la que traiga algo de cordura y coherencia a lo que estamos viviendo?

viernes, 5 de junio de 2009

Hoy mismo...

...en un blog de elmundo.es se trataba un tema del que ya hablamos hace tiempo en este mismo blog.

En fin, ¿qué decir? Yo me sigo quedando con Jefferson Airplane, Pink Floyd, Jimmy Hendrix, Led Zeppelin, Queen, Bruce Springsteen, The Mamas and the Papas, Franz Ferdinand, Artic Monkeys...o si hablamos de cineastas, quizás Francis Ford Coppola, Ken Loach -pese a las divergencias-, las primeras de Spielberg, Riddley Scott -enorme Blade Runner-, o, en definitiva, un 'way of life' mucho más...no sé, ¿personal, individualista?

Y ojo, no consiento que se diga que somos una mierda de país porque no pueden igualar toda la tradición literaria y artística de este país pero de hace setenta años a esta parte, España se ha convertido en el páramo cultural que hoy es.

Soy el primero que se idiotiza con los 40 Principales, que escucha música electrónica -la cual para muchos es 'bum-bum'- pero, ¿por qué no mirar un poco más al fondo? Leño -no tanto las letras como lo instrumental-, Extremoduro, alguna película de Amenábar -Almodóvar me parece tan jodidamente cansino, ¿no podría haberse quedado drogándose con La Fanny y Ariel Roth?- o el cine cómico español me encantan. También me gusta la música clásica y la antigua -blues y jazz de comienzos del Siglo XX-.

Precisamente lo jodido de este país es que el salirte de los gustos que imperan en los 40 Principales o en otras radio-fórmulas -incluida RadiOlé para los forofos del flamenco- te hace ser un friki, un pedante o un anticuado. Cosas como estas son las que hacen de este país un país de acomplejados -yo el primero- por una mierda de cultura.