martes, 20 de enero de 2009

20 de enero de 2009

Una fecha que entrará en los libros de la Historia de la mano del 4 de noviembre: el día en que el primer hombre negro lograba culminar el sueño de Martin Luther King y llegaba a ser el Presidente de los Estados Unidos. Nuestros hijos estudiarán este proceso, pero no sólo porque Obama sea negro, o simplemente porque sea un exotismo histórico -lo que hay que oír-.

Obama llega a la Presidencia con un discurso de trabajo, de esperanza y basado en el esfuerzo de todos y cada uno de los norteamericanos. ¡Qué bien le haría a España un discurso gubernamental así! Pero de eso ya hablaremos otro día.

En definitiva, un día histórico. Un día para la esperanza y la ilusión aunque, como Obama mismo adelantó; el camino no estará exento de frustraciones y decepciones. Es este un día para recordar y tener en cuenta en el futuro próximo de nuestro planeta.

4 comentarios:

Miguel dijo...

Si además, hace o le dejan hacer lo que promete, se sale.

Saludos

Anónimo dijo...

¿Y qué promete Obama? En su primer discurso, insistió en la necesidad de rescatar a las tres empresas automovilísticas (las mismas que necesitaron dinero público en los setenta, y que lo necesitarán en 20 años), dijo que la salida de Irak no podía ser precipitada (hasta 2011 no se marchan de allí), que necesitaban más tropas en Afganistán y que había que aumentar el gasto público en 800.000 millones de dólares. Vamos, el discurso de un Bush negro, guapo, buenrollista y keynesiano. Pero otro Bush, al fin y al cabo.

Si el New Deal de Roosevelt consiguió mantener al país en crisis 10 años, y sólo la Guerra Mundial les sacó, la perspectiva del mismo plan 70 años después me hace temblar.

Soria dijo...

Como decía el 11 de noviembre, citando precisamente a "De Frómista a Kyoto", Obama no es más que un nuevo icono de la progresía cerril y buenista. Ello no es óbice para reconocer que en su oratoria existen excelentes puntos en los que fijarse y en los que mirarse al espejo de un país como España en el que no se exige ni esfuerzo, ni tesón ni hombro caído al pico en ningún momento.

Aquí, como mucho, pedimos que se coma conejo en las Navidades.

Obama será histórico porque es negro y es la culminación de un sueño de igualdad racial, ahora bien y como dice "De Frómista a Kyoto"...su política económica seguirá siendo un desastre para EEUU.

Guiado por su propia convicción y, en parte, por el electorado blanco de clase obrera que votó a Hillary, Obama ondea un discurso brutalmente proteccionista y descarado para con los países de Hispanoamérica. Se gastarán miles de millones de dólares en subvenciones a una industria anquilosada y símbolo de la decadencia industrial 'yankee': el automovilismo.

Irak seguirá en pie y Afganistán emerge como curioso problema internacional para Obama. Por no hablar de Irán, Israel o la pujante Rusia.

Pero sí, tengo esperanza e ilusión. Ilusión porque, a pesar de lo dicho en su contra, Obama infunde confianza. No así en la Bolsa como en el 'yankee medio', pujante y emprendedor de la costa este. Claro que me gustaría que derribase el proteccionismo, claro que me gustaría que no ayudase a la industria automovilística y abandonase Irak lo antes posible. Pero, ya que McCain me defraudó con Palin; sólo espero que Obama me defraude en el campo internacional y no en el campo económico donde, sinceramente, no tengo ninguna fe puesta en él.

Darío Dossoles dijo...

Pss creo que hacer del color de piel del personal algo historico es una razón cuestionable.

Del discurso de ayer señalaria ante todo algo que en Europa sería muy dificil de escuchar incluso en los partidos conservadores, la necesidad de recuperar los valores tradicionales.