lunes, 20 de octubre de 2008

Soy un converso

Muchos días sin escribir. Reflexionando mucho sobre política, sobre qué hacer y estimulado por todas las noticias que inundan los telediarios. Pero algo me sorprendió hace unos días: Neoprog.

Pocos son los que leen este blog -y yo no contribuyo a ello, en verdad- y quizás hayan cogido un concepto de mí bastante gore. Tengamos en cuenta que estoy afiliado a NNGG y que en ocasiones soy lector asiduo de RedLiberal -de los orcos pululantes pseudo-liberales no, de verdad- pues tenemos el historial ideal para que diversos 'hooligans', si este blog fuese lo suficientemente leído, lo inundasen de diversos piropos: fascista, mentiroso, antidemócrata, en fin. La retahíla habitual. Por suerte sólo un decimonónico marxista se ha atrevido a dar algo de cera en mis esporádicas entradas. Se agradece.

Pero hoy asisto a la redención de un culto que llega a su fin y, no sin cierto miedo, doy un paso adelante. Me convierto en un renegado, en un renegado de la palabrería ambigua y del liberalismo derechil. Reniego del centrismo. Reniego del conservadurismo social -abandonado ya hace tiempo-. Reniego del populismo. Reniego de los parches. Reniego de tener que defender cosas indefendibles. Si, en atención a mis ideas, he de declararme "de izquierdas", creo que es hora de hacerlo. Si, en atención a mis ideas, he de declararme "progresista", creo que es hora también de dar el paso. Neoprogresismo.

Llevaba tiempo reflexionando acerca de cómo enfocar esa preocupación del liberalismo por la sociedad, basándose, indistintamente, en el egoísmo natural y en el ulterior bien común. De cómo reflejar lo mismo en una teoría económica. De cómo exorcizar el monstruo latente de la incomprensión del liberalismo; raíz principal de la cultura europea desde el Siglo XVIII. Llevaba tiempo, en definitiva, reflexionando acerca de la problemática social y pensando sobre los tópicos comunes del capitalismo y el liberalismo inculcados, a fuego, en esta sociedad. Al final encontré la respuesta: izquierda.

No hablo de la izquierda populista ni demagógica -PSOE- ni de la izquierda irracional y anquilosada -IU/PCE y similares-. ¿Hablo de UPD y su ambigüedad? ¿Quizás del CDL? ¿O quizás hablo de una nueva utopía nacida en Internet y sin un cierto respaldo en la sociedad?

Realmente yo no tengo a mi alcance los recursos intelectuales y literarios suficientes como para expresar, con la suficiente claridad, qué es exactamente el neoprogresismo. Me limitaré a enlazaros Citoyen, cuya lectura recomiendo y terminar con un contundente: Sí, me he convertido al neoprogresismo.

Quo Vadis?

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre los marxistas tenemos que salir malparados.Felicidades por el paso de guay a neoprogreguay,xDDDDD

Javi dijo...

¡¡Converso, masón!!

Anónimo dijo...

Bienvenido seas al Neoprogresismo

R. Senserrich dijo...

Asimilado por los borgs neoprog.

Bienvenido al colectivo! :-)

Anónimo dijo...

Quiero que sepas que hagas lo que hagas, nosotros, tu verdadera familia, siempre te daremos collejas de realidad.
Me ha encantado eso de que el liberalismo es el motor de occidente desde el siglo XVIII...
Si el "bien" existe porque está el "mal" el liberalismo habrá sido motor porque existía lo contrario... Y entonces... ¿cuál de los dos ha sido el verdadero motor? Supongo que la dualidad de "valores" excluyentes entre sí... ¿no?
Bah, el motor del hombre en el siglo XVIII sigue siendo el mismo que desde que se creo: YO, YO y YO primero (referido a su cipote en el 90%), después mi prole y luego mi equipo de jurgol (bueno en una gran masa es a la inversa)...
Bueno, que me pierdo...
Que bien escribes, así no me estraña que tengas tanto éxito con los especímenes XX... lo que me pregunto es porqué a mi no me pasaba lo mismo... ;-)
Ale, a seguir haciéndose pajas mentales, que estás en la edad (aunque eres una rara avis, si, por tu intensidad)... A ver si llegas a los 30 y sigues igual, entonces ya te presento a mis colegas... ;-)

tekakwitha dijo...

Definitivamente, Elías, eres tan inteligente, que solo puedes ser un marxista. Decimonónico o como te de la gana llamarlo, pero marxista.

Óscar dijo...

Ya te vale... se me ha caído un mito Elías. Dentro de poco te veremos de la mano de Garzón o algo así.

Anónimo dijo...

Esto bien merece una explicación más amplia tomando un café en Starbucks