domingo, 10 de mayo de 2009

Hablemos de Móstoles o de Madrid

Ahora que estoy descansando un rato del estudio me pongo a pensar y veo que apenas he hablado de Móstoles o de Madrid, siquiera; salvo para meterme un poco con Esperanza Aguirre. No he aplaudido mucho ni he abucheado mucho, y dado que la mayor parte de las visitas son 'gatunas', pues qué menos.

Si hablamos de Móstoles, no se puede evitar mencionar la inmensa mejoría que hemos tenido respecto a gobiernos anteriores del PSOE, en el que lo único que se salvaba era IU -reconozco que IU-Móstoles ha trabajado muchísimo por esta ciudad- por llevar algo de iniciativa. La vergonzosa gestión de José María Arteta había dejado que Móstoles fuese la ciudad que menos crecía, más sucia y peor ordenada del sur regional. 24 años en el poder, aunque fuese en los últimos años por la aritmética electoral, había degenerado en una red clientelar y en un pasotismo institucional. Por eso, en el 2003, cuando fueron expulsados del sillón de la Alcaldía, el PSOE mostoleño explotó en mil pedazos y aún hoy tenemos que soportar sus gilipolleces -no tiene otro nombre- y la presencia de una mujer, Paz Martín, cuyo máximo mérito ha sido cargarse definitivamente la federación mostoleña, mirar mucho a la cámara en los plenos y ser expulsada un par de veces.

En los últimos años podemos decir que la ciudad ha avanzado mucho y meritoriamente: la integración vecinal ha aumentado, la limpieza de la ciudad es envidiable y el crecimiento mostoleño por la zona sur, el llamado PAU-4, está llamado a ser un referente de ordenación urbanística. Sin embargo, reconocer los logros no evita que se pueda y se deba ser crítico con el actual equipo de Gobierno. En ello está la esencia de la democracia.

Pese a este espectacular avance llevo notando, desde hace aproximadamente un año, como un cierto ralentizamiento de la acción gubernamental. Cuando hablaba con mis compañeros de NNGG escuchaba proyectos muy interesantes -la Plataforma Logística del Atlántico parecía ser una puerta impresionante a ser la puerta madrileña del sur de todos los productos portugueses, andaluces y castellano-manchegos- que progresivamente se han ido olvidando en el tiempo. Parejo a ello, he visto un aumento de la propaganda más inutil e innecesaria en tiempos de crisis. Los festejos el año pasado por el 'Bicentenario' del 2 de mayo fueron fastuosos, realmente. No llegaron al nivel de patetismo que supuso el primer centenario, cuando Alfonso XIII llegaba a un pueblucho de apenas 2.000 personas que se engalanaba como si fuese Madrid; pero ciertamente, con la tontería de "que viene el Rey", el frenesí y agitación fueron tremendos, y se transmitía por la ciudad. Mientras tanto, la crisis predicada seguía haciendo estragos en el municipio y hoy en día, Móstoles puede presumir de tener un 24'1% de desempleo, sólo superado en la zona sur de la Comunidad por el 37'5% de Parla.

Frente a esto no cabe propaganda, culpas al Gobierno de España -que la tiene de forma muy importante, precisamente por no hacer absolutamente nada- o a 'causas exógenas', porque precisamente se estaría utilizando la excusa que tanto se ataca del Gobierno socialista. Ha habido medidas interesantes, como un 'Club del empleo' en el polígono mostoleño pero, realmente, ¿no se puede hacer nada más allá de mejorar la intermediación y la búsqueda de empleo? ¿De verdad no existen otras prioridades más allá del 'comedor social' tan cacareado y pregonado -que no deja de ser pan y circo, ahora que el Alcalde se pavonea de ser el primero en haberlo hecho y...ya- que tan necesario puede ser para algunas familias?

El soterramiento de la línea C-5 a su paso por Móstoles generaría importantes puestos de trabajo, la urbanización del espacio urbano que quedaría liberado podría paliar los efectos de la crisis en la ciudad mostoleña, así como los beneficios a largo plazo que implica la desaparición de una línea de Cercanías al aire libre a apenas 10m de bloques de pisos. No vale sólo con una línea de "metro-extraño-que-me-monto-porque-no-me-dan-el-dinero" que llegaría hasta Navalcarnero. Y no vale porque pese a estar las obras a pleno rendimiento, el 24'1% de desempleo sigue latiendo.

Más, el impulso de la construcción de bloques de VPO en régimen de alquiler con derecho a compra. El éxodo juvenil en Móstoles es brutal ante la falta de VPO de forma sangrante. El PAU-4 puede suponer un alivio mediante la construcción pública y el equipamiento público de la zona, sobre todo en material sanitario y educativo, tan necesario para Móstoles y que está quedando en un segundo plano en los planes económicos del Gobierno -o al menos da esa sensación-.

El alargamiento de la línea 10 del Metro de Madrid hasta el barrio de Villafontana. 'La segunda ciudad de Madrid' o 'una de las siete estrellas de Madrid' no puede permitirse tener la deficiencia de comunicación con Madrid que tiene. Los autobuses -y aquí la culpa la tiene el Ministerio de Fomento, por no realizar un carril bus en la A-5- son un medio de transporte lento y poco fiable en cuanto a horarios, el metro es insoportable en horas punta y azaroso en el resto del día. Los embotellamientos de tráfico por las mañanas en la A-5 son una constante. La presión respecto a este tema por parte del Ayuntamiento ha sido testimonial, algo así como...

-Presidenta, ¿por qué no alargar la línea 10 de Metro hasta Móstoles?
-Mira, Esteban, mejor te hago un metro justo al lado de la parada de RENFE para que vayas a Navalcarnero.
-Pero...
-¿Te parece bien?
-OK.

Yo soy muy mal pensado y a veces pienso que la posible ambición del actual Alcalde de ser un potente delfín de Aguirre en unas futuras elecciones o acudir al Congreso como un testaferro 'aguirrista' pueda explicar esa falta de presión. A lo mejor me equivoco y es que falta dinero, la verdad es que como los periódicos locales se dividen entre laudatorio de la Corporación o simplemente destrucción informativa del Ayuntamiento, pues no existe mucha información al respecto.

La base productiva mostoleña está desfasada, anticuada y me sorprende que siga en pie. Si uno va por los polígonos verá industrias del papel, con pagos en negro incluso y, alrededor, unas veinte parcelas con edificios que podrían salir en una película de Stanley Kubrick que milagrosamente se mantienen en pie. Junto a ello, algún concesionario y algún almacén de aluminio o reparaciones de automóviles. Poco más. ¿Por qué no dar un impulso innovador a la base industrial mostoleña? El campus de la URJC en Móstoles provee de economistas y de biólogos; además, al lado del Campus de la REPSOL existe un inmenso solar que puede ser utilizado para un campus tecnológico, por no hablar de las posibilidades de 'incubación de empresas' que ofrece el polígono situado al sur de la localidad, con una envidiable comunicación -a apenas cinco minutos de la A-5 y con parada de metro cercana- que podría servir para potenciar el papel de Móstoles no ya como una ciudad-dormitorio, sino como una ciudad con base propia y productiva.

Por último, el gasto en servicios públicos podría ir en aumento. No me refiero a la renovación de barrios y calles, labor que podríamos calificar de envidiable y de necesarísima -de verdad, había barrios absolutamente deprimidos- sino sobre todo en colegios, institutos y escuelas infantiles. Los colegios mostoleños están, en ocasiones, masificados por la afluencia de la cuantiosa población inmigrante de la localidad y la oferta de escuela infantil en la localidad va camino de la desaparición si se cumple el anuncio de supresión Escuelas Infantiles públicas y el envío de los niños con plaza a colegios públicos con ciclo infantil ya masificados. Eso, los que logren plaza. Los que no, familias que se verán obligadas a contratar una guardería privada con el gasto que ello conlleva. ¿Cheque escolar? Mejor hacer las cosas a medias, según parece. (Soy bastante crítico con la política educativa y sanitaria que se está llevando en Madrid, aunque sin llegar al sectarismo de los sindicatos). Respecto a ello, no olvidemos la promesa incumplida de un nuevo hospital en Móstoles, tan necesario como hemos dicho alguna vez, y que se ha quedado en agua de borrajas al reducir a la mitad el número de camas prometidas. ¿De verdad nos lo podemos tomar con orgullo?

La cuestión es que no se hable de Móstoles por temas tan relacionados con el populismo -el comedor social- o la mera propaganda -el bicentenario o el bicentenario+1, como algunos están haciendo este año- sino por actuaciones efectivas y con visión a medio y corto plazo. No nos podemos quedar exclusivamente en intentar capear el temporal, hay que enfrentarse a él y hacer las reformas y actuaciones necesarias incluso a nivel municipal. Hay mucho por hacer.

2 comentarios:

Miguel dijo...

Ya era hora de acordarse de tu pueblo. Ten cuidado con lo de los pagos de las papeleras.
Saludos

Miguel dijo...

¿Te vinieron bien para el examen de Geografía:
1º - el análisis de Móstoles dl otro día;
2º - quedarte a repasar en casa toda la mañana de hoy?
Saludos