viernes, 15 de mayo de 2009

España moribunda

España llevaba tiempo tumbada en la cama, emitiendo sus últimos estertores, mezclados con leves mejorías y recaídas brutales. Enfermó el día que se dio cuenta de que su vida no tenía sentido, hace ya muchos, muchos años...quizá siglos. Su fortaleza era tal que seguía de pie aun cuando eran muchos los que querian derribarla o ahuecarla, pero hace dos días, se certificó su muerte en un lamentable espectáculo. Quizá algo simbólico, leve; sin mucho contenido político pero es como la punta de ese iceberg capaz de hacer hundirse a un 'Titanic'.

Pitidos de analfabetos, maleducados, basura social en toda su amplia concepción. Silbidos y falta de respeto a unos símbolos que hoy, queramos o no, nos guste o no, nos representan a todos los españoles, que es lo que somos mientras lo diga el DNI. Los pitidos del otro día al himno español en la final de la Copa del Rey evidencian lo que lleva siendo latente toda una vida: España sin proyecto, la 'España invertebrada' "orteguiana" que ya analizara hace casi noventa años...Y el desasosiego brutal que invade a la gente que aún cree en este país.

No existe un único culpable; me atrevería a decir que ni siquiera los nacionalismos son culpables de este despiece lento, doloroso y organizado al que está sometida España. Al fin y al cabo ellos, con su incoherencia y su programa político, van consiguiendo lo que quieren; separarse de este país. Pero si el nacionalismo de élites económicas, el nacionalismo interesado, burgués, clasista y reaccionario ha logrado calar entre la población, entremezclado a veces con un batiburrillo de medidas "socialistas" ha sido por la ineficacia de los españoles que creemos en el proyecto de este país.

El Rey, la clase política, los medios de comunicación, la cutre-intelectualidad de este país, el derechismo, el franquismo, la falta de altura de miras, la completa ausencia de hombres de Estado, el asesinato vil y contumaz de aquellos que pudieron hacer algo por España. Todos, todos ellos son culpables de la denigrante situación de un país sin meta alguna más allá de ser funcionario, gritar con el fútbol y tomarse cuatro cubatas de DYC si es posible. La situación de un país que se avergüenza de su bandera y de sus símbolos por temor a ser llamado 'fascista' por la intelectualidad más imbécil que se haya debido soportar.

Los Almodóvar, los Bardem, los Sinde, los Teddys, los actoruchos de este país venido a menos. El 'buenismo', la incoherencia, el interés partidista de la derecha de este país -"hablo catalán en la intimidad", bochornoso- y la tolerancia y acomodo a un sistema putrefacto. Hiede a muerto a kilómetros de distancia y lo tenemos en cada pedazo de nosotros mismos. Con esa destrucción cateta de la realidad histórica, con la deformación de la educación, con la discusión de la existencia de nuestro propio país...

España debe despertarse de un letargo que dura ya un siglo. Romper los tubos que la mantienen con vida dependiendo de drogas diversas en forma de partidismo, sectarismo, oligarquías políticas y económicas. Levantarse de la cama y recuperar la vara, el báculo y la balanza. Desasirse de correas imaginarias y arrancarse la mordaza que la impide hablar con fuerza, ánimo y decisión.

El Rey es culpable, la clase política es culpable, la intelectualidad de partido es culpable y sólo con la República de todos los españoles lograremos ese cambio integral de este país. 'Delenda est monarchia'.

4 comentarios:

Miguel dijo...

¿Acabas citando a Ortega "a sabiendas"? Pero a quién más me recuerda tu entrada es a joaquín Costa con su proyecto regeneracionista de "puño de hierro".
Saludos.

De Frómista a Kioto dijo...

Está claro que España necesita un cambio de modelo, pero es precisamente la ausencia de hombres de estado la que hace que me horrorice la idea de una república en España. ¿República para qué? ¿Más burocracia, oficinas, ministerios, secretarios, subsecretarios?

Un primer ministro controlado por un congreso fuerte (listas abiertas, of course) será suficiente, igual que en EEUU. Si una alternativa republicana significa tener un presidente de la República, con todo lo que eso conlleva (imaginad a ZP de jefe de estado, gastando el erario público en viceministras de Feminismo Ecologista), yo sigo detrás del Borbón, que al menos no molesta ni opina.

Darío Dossoles dijo...

delenda est monarquia!

Anónimo dijo...

Se acabó la transición. Reyes fuera.