viernes, 21 de noviembre de 2008

Congreso Regional NNGG: Preludio

El otro día acudía a la sede. Teóricamente íbamos a repartir unos cuantos panfletos sobre la discriminación a la que Zapatero somete a Madrid, iba a venir un cargo importante a la mesa de los trípticos...En definitiva, iba a ser algo de pura acción política y de contacto con la gente. (Si la gente fuese civilizada en este país, incluso se podría hablar de debate en la propia calle). Total, bufanda al cuello y con ese cierto hormigueo en el estómago que, aún joven e iluso, tengo cada vez que participo en la vida política de este país.

Tras la convocatoria nos dirigimos a una cafetería donde estuvimos tomándonos algo -no hemos repartido aún los folletos, el "importante dirigente" se retrasa...- y allí estuvimos charlando un ratillo sobre cosas absolutamente ajenas a la propia vida 'del partido'. Se agradece. Al fin, una horita después de la convocatoria oficial, llega el "importante dirigente" acompañado de gente de la agrupación de Carabanchel. Era Pablo Casado, Presidente de Nuevas Generaciones de Madrid. ¡Vaya, pues no está mal!

Nos dirigimos a la sede local -ya damos por perdida la misión política, aunque es cierto que el día anterior había sido convocada más gente para repartir, aunque yo no pude asistir- y allí vimos cómo se presentaba la ponencia de Estatutos de Nuevas Generaciones de Madrid; ponencia redactada por unos cuantos compañeros de la agrupación. Todo normal hasta que toma la palabra Pablo Casado y yo, que nunca le había oido hablar, me mostré interesado e incluso receptivo -estado en el que suelo estar poco frente a políticos profesionales-.

El hombre comienza a hablar, habla de la juventud, de nuestros problemas -bien, buen camino, me gustas Pablo, sigue así- pero...¡ay! No todo podían ser rosas y babas cayendo al suelo; había que volver a la dura realidad. "Nuevas Generaciones no puede ser sólo una organización juvenil". ¿?. Pero...si somos jóvenes, lo primero que nos importa, más allá de cualquier otro tema puramente político e incluso dialéctico, es la propia satisfacción de nuestras necesidades inherentes: vivienda pública de alquiler con opción a compra, ocio nocturno, planificación familiar, educación no obligatoria y universitaria, acción política en el campus, empleo joven...Bien es cierto que varias de estas políticas deben ser integrales y afrontadas desde un prisma totalizador pero...¿y las viejas reivindicaciones del ocio joven? ¿Y ese aura de transgresión, ruptura de la juventud respecto al "aparato"? Ninguna sociedad ha avanzado significativamente sin oposiciones reales al aparato vigente -esto ha sonado tan marxista...- y ninguna lo hará. Esto lo podemos llevar al propio partido.

Pablo Casado es un excelente orador. Ciertamente posee una buena presencia y no usa ese lenguaje retorcido y tecnócrata que tan poco gusta -la prueba más fuerte soy yo mismo- así que empezó a hablarnos de una "revolución", de un "mundo que se abre ante nuestros ojos" y que está liderando, cómo no, Esperanza Aguirre. Primer movimiento incómodo en la silla.

Tras introducir a Esperanza Aguirre en la ecuación, siguió hablando sobre el liberalismo que se respira en Madrid, esta fuerza joven que ha votado abrumadoramente por Esperanza Aguirre -no lo pude comprobar, estuve buscando datos aunque le otorgo el beneficio de la duda-, que si tenemos que dar la batalla moral a la izquierda...Segundo movimiento incómodo en la silla. A partir de aquí, el discurso se convirtió en un sumo ejercicio de dialéctica, de contraposición entre izquierda y la amalgama extraña de adjetivos que utilizó para denominar a Nuevas Generaciones. Liberales, gentes de derechas, jóvenes, aquellos, los otros...(Probablemente en todos y cada uno de los adjetivos tenga muchas razones para ser incluido en la lista).

En un momento de la discusión dada desperté del tedio de ese discurso de confrontación, de salir a la calle; que tan buenos frutos le dió al PSOE hace cinco años y que hoy está quemado -básicamente porque la gente tiene otras prioridades muy distintas al salir a la calle con pancartas y dejarse guiar por cuatro cerdos al estilo de Orwell-. Esa estrategia no tiene sentido. La juventud, harta; quiere ideas, frescor, innovación, estilo, liderazgo y a alguien que le escuche. Probablemente Pablo Casado tenga esa cara de líder joven y sin pelos en la lengua, pero alguien que pone como icono de un 'sociata' -para entendernos- al Ché Guevara o a Stalin es que, o se ha encontrado con los más cazurros del PSOE o es que no tiene ni pajolera idea de en qué época estamos viviendo.

Seguir teniendo dicha concepción de 'la izquierda' como ese ente maligno, igualitarista y de tintes soviéticos es, simplemente, seguir viviendo en los dos primeros tercios del Siglo XX. Es seguir viviendo bajo Churchill y Stalin, bajo Eisenhower y Kruschev, bajo Reagan y Brezhnev. No, no tiene sentido en un mundo donde los conceptos 'derecha' e 'izquierda' se desdibujan cada vez más en favor de conceptos mucho más concretos y definidos como 'libertad de comercio', 'estado del bienestar' o 'derechos civiles'. La sociedad es mucho más compleja.

Aclarada esta larga -y pesada, lo reconozco- introducción sobre Pablo Casado; paso a comentar la propia Ponencia Ideológica de Nuevas Generaciones.

En un primer lugar uno lee 'liberalismo' por doquier y a poco que se le incluya un cierto mensaje social y de avance en los derechos civiles, a mí me calaría hasta el tuétano. Sin embargo si leemos entre líneas vemos cómo ese liberalismo no es sino el liberalismo conservador del neoconservadurismo. Meritocracia, sí; pero mantenimiento de la monarquía. Corrección política, no; pero pasamos de puntillas sobre temas como el aborto o la eutanasia. ¿En qué quedamos, pues?

Más allá, entonces, de la palabrería de la meritocracia, la libertad individual, los ataques al paternalismo que cualquiera firmaría sin pensárselo dos veces; entramos en la propia 'chicha' de la ponencia ideológica. En ocasiones este documento parece redactado para mayor gloria y divinidad de Esperanza Aguirre lo que no me genera sino cierto desencanto. En otros momentos el libro parece el libro de noche de Reagan, lo que me genera sentimientos encontrados.

Es triste que la igualdad de oportunidades sea entendida en la Ponencia Ideológica como el 'derecho a hablar en castellano en el territorio nacional'. ¡Joder, claro que sí, faltaría más! Pero...¿y el acceso para la gente menos adinerada? ¿Y las becas de atención social? El propio Pablo Casado se mostraba en contra de las becas entonces...¿en qué quedamos?

Por último comentaré el punto 38 de la Ponencia. El controvertido del SMI. (Puedo comentar cuantos queráis, sólo tiradme de la lengua y lo hablamos y, mañana cuando vuelva del propio Congreso, comentaré los puntos que queráis). Esa alusión al SMI como creador de inflación y de desempleo. Pues...esto que...sí y no. Está claro y es admitido por todos los economistas que un salario mínimo demasiado elevado generará destrucción de empleo en todos aquellos puestos de trabajo que generen una riqueza inferior al propio pago establecido por el SMI pero, más allá de eso, ¿qué ocurre con la defensa del nivel adquisitivo de los españoles? El problema, al fin y al cabo, no es el SMI. Quien más quien menos acaba ganando mucho más de lo fijado en el SMI. El problema aparece en las deducciones en el IRPF, en los Seguros Sociales, en los Derechos Pasivos, en las Cotizaciones a la Seguridad Social -fruto de un sistema de reparto completamente obsoleto-, en los impuestos que paga el empresario por tenerte empleado...El problema no es un mecanismo de defensa frente a posibles abusos empresariales como la excesiva carga fiscal al que se ve sometido el fruto de nuestro trabajo. ¿No lo han pensado nuestros chicos de NNGG?

En definitiva. Mañana acudo con esperanza y con desencanto, con ganas y absolutamente pasivo al Congreso Regional. Sólo espero que no se limite al lucimiento de caras bonitas y que en los posibles debates que surjan sobre las enmiendas; se escuche, se tome en cuenta y se integre. En caso contrario, seguiremos ahondando en la herida de una organización que cada vez más se asemeja al Imperio Galáctico -guiño a los seguires de la Fundación- en sus días de gloria. Espero que su fin no sea similar.

1 comentarios:

Miguel dijo...

¡Qué buen vasallo, si obiera buen señor (que oyese razonamientos [que no consignas] tan acertados y "modernos").

Nadie pone en duda que hay que ser fiel a los principios fundacionales e ideológicos, y actuar coherentemente con ellos, pero también es cierto que mantener "porque sí" conceptos superados es una tontería o, cuanto menos, un atraso. Por ejemplo, salir a la calle con el estupendo traje de comunión que con tanta ilusión nos compraron nuestros padres y que tan bien nos quedaba, hoy, no parece. Y no esque de verdad no fuera bonito o que no nos quedase bien, no; simplemente es que se nos ha quedado pequeño. Otro ejemplo: el discurso del ex coordinador de IU Julio Anguita en sus formas resulta tan obsoleto que es difícil que en la actualidad sus posibles oyentes lo atiendan y entiendan.

Habrá que estar pendiente del desarrollo del Congreso para ver si encanta o frustra las esperanzas de los que tantas ilusiones han depositado en él. scesario ser paciente y esperar a que se diga todo, y no empezar a sacar conclusiones a la mitad. Después se reflexiona sobre lo tratado. Se extraen las conclusiones. Y por último, se hace la valoración, que puede ser todo lo crítica que se quiera o siempre con argumentos, y no con consignas más o menos repetitivas.
Saludos.