miércoles, 24 de septiembre de 2008

De lenguas, derechos y España

Cuando uno se ve ante la difícil decisión de elegir a qué universidad ir, suele solicitar opinión a alguien que sabe de qué habla. Estudio 2º de Bachillerato de Ciencias Sociales y en una de esas aburridas clases de Tutoría hablábamos sobre el futuro que nos espera, las carreras que pensábamos estudiar -los que las estudiarían- y sobre las posibles mejores universidades para dichas carreras.

Ante la posibilidad de que el que os escribe pudiese ir a estudiar Económicas a la Universidad Pompeu Fabra -y recibir clase del que es uno de los mejores y más reconocidos economistas del momento, Xavier Sala i Martí-, la sorpresa llega cuando le es imposible a cualquier alumno no catalán -o que no posea conocimientos bastante fluidos del catalán- acudir en igualdad de condiciones a la Universidad. Básicamente, porque las clases se imparten en catalán en su mayor parte. La Constitución Española reconoce, en su Artículo 3.1. que el castellano es la lengua oficial de todos los españoles, que todos poseen el deber de conocerla -hay profesores de universidad en Cataluña cuya fluidez en castellano no está asegurada- y que todos poseen el derecho a usarla. Ahora bien, el Estatuto de Cataluña reconoce la lengua catalana como oficial -de acuerdo- y reconoce el deber de conocerla -de dudosa constitucionalidad- y el derecho a usarla. Sin embargo, ¿dónde encontrar el término medio? ¿Es el Estatuto de Cataluña superior, en su reconocimiento de derechos, a los que la propia Constitución reconoce?

Nadie duda de que sería idóneo, al ir a Cataluña, estudiar el catalán. Ya no sólo como método de aumentar el rendimiento académico, sino como muestra efectiva de que el catalán, como el castellano, es otra de las lenguas españolas y que subyace en el corazón del pueblo español pero, sin embargo, es hiriente el que, al acudir a una parte del territorio nacional, el castellano se vea reducido a la mera presencia de lengua marginal, abjurando del que debería ser principio fundamental de las Administraciones Públicas en materia de comunicación lingüística: el bilingüismo.

Algo falla en un país que impone -no oficialmente, claro- aprender la lengua propia del lugar para poder acceder a sus instituciones académicas desde el propio interior del país. No es esta una guerra de que se quiera aprender catalán o no, o de que se "eche mierda" sobre Cataluña -como algunos, de forma victimista, pregonan a los cuatro vientos- sino una guerra de derechos, de sentido común y de respeto entre lenguas.

El fanatismo independentista y nacionalista, motor de la búsqueda de una "nación catalana libre" conlleva la ruptura y la construcción de una cabeza de turco, al más puro estilo de Hitler con el judaísmo, con el castellano. Éste, representante de la opresión madrileña, debe desaparecer a ojos de la clase política catalana y bajo ningún concepto situarse en pie de igualdad con el catalán, futura lengua de unos Països "lliures i sobirans". Amén.

Bolinenbroke dijo: "La verdad se asienta en un limitado ámbito; el error, empero, es inmenso". Aviso para navegantes.

1 comentarios:

Javi dijo...

Varias movidas sobre la forma (es decir, sobre el blog en sí) y no sobre el fondo (tus reflexiones):

- no veo que tus entradas tengan "tags" (etiquetas) igual las tienen ocualtas y si es así, me colé. Si no las tienen, muy mal, porque el google es una buena fuente de visitas y sin tags el rollito SEO (el de posicionarse en el buscador) funciona como el culo. Por tener un "tag" llamado "privatizar ganancias, socializar pérdidas" recibí de sopetón cosa de un centenar de visitas en cuanto empezó a hacerse famoso el tema de las "inyecciones". Quicir, que hay que estar al loro. Si nunca entran no vas a lograr fidelidad.

- el diseño: tú puedes hacerlo mejor, coño, cúrratelo XD Copia de algún blog que te mole la plantilla o lo que sea, vago.

- ¡sindícalo, sindícalo, sindícalo!: mételo en alguna red que permita que crezcáis todos los pertenecientes a ella. Si no te mola ninguna de las existentes, ¡créala tú mismo! Yo te pongo el software, en serio, I Love IU creo que está hecho sobre una tecnología copyleft. Hacer un agregador lleva 5 minutos. Por ejemplo, ¿porqué no un agregador de NNGG? ¿tú sabes la cantidad de peña que entraría, aunque sólo fuera por cotillear a ver qué pensáis, a una red que "arrejuntase" a 20 o 30 blogueros de NNG? Además que enriquecería el debate interno, con I Love IU pasa.

Un saludo.