miércoles, 23 de septiembre de 2009

Una breve reflexión sobre las marcas blancas

En este duro contexto que sufrimos, ahorrarse unos cuántos céntimos puede resultar importantísimo de cara a llegar a fin de mes. Muchos hogares en vez de comprar su leche Central Lechera Asturiana o su Leche Pascual -¿por qué creéis que están ahora tan agresivos estos últimos?- se decantan por la Leche LIDL o la Leche Hacendado -la cual la única vez que la compré fue cuando me fui a la playa y apenas la probé, aunque sigo vivo-.

Es lógica la reacción: si puedo pagar 50cént. por un paquete de galletas en vez de pagar los casi dos euros de antes, ¿por qué no hacerlo? Además, las galletas no están tan diferentes y aunque son un poco más secas, las mojo un poco más y "p'al buche" que van. Todo perfecto.

El problema de las marcas blancas no está en su falta de calidad -probablemente la galleta o la leche no nos suavicen el estómago o nos renueve el bífidus del intestino, eso sí- porque pasan los mismos controles sanitarios que el resto de productos alimenticios del mercado, sino que se encuentra en la falta de innovación de estas frente a las marcas líderes. Simplemente se copian fórmulas y se eliminan según qué componentes para hacer un producto básico, alejado de según qué patrones de valor añadido y que no necesitan el empleo de ingenieros de X o de diseñadores de Y; en definitiva, que no requiere un uso en exceso de mano de obra intensivo en conocimiento e innovación.

Otro ejemplo de ello es la SitiCola del LIDL; el único método de que sepa a CocaCola es 'cuasicongelarla', pero eso sí, los dos litros de 'cosa' te cuestan -costaban, creo; 28cént.- mucho menos que los dos litros de CocaCola. No obstante, ¿en qué innova LIDL? ¿Qué valor añadido ofrece a la economía? ¿Qué puestos de trabajo altamente cualificados crea?

No quiero decir con esto que las marcas blancas sean, por definición, peores que las marcas líder. He comido anchoas 'excelence suprema' de El Corte Inglés y unas anchoas de tienda de barrio infinitamente más baratas y me quedo con estas últimas por calidad, precio y sabor. Pero en según qué productos -quizás cosméticos, detergentes o determinados sectores alimentarios la marca líder me inspira más confianza y hasta bienestar para con la sociedad-.

Por último, una reflexión que se me plantea es el coste de la publicidad y el 'márketing'. Marcas como Ariel, H&S o cualquier otra líder en su segmento llevan años invirtiendo millones de euros en publicidad, en 'márketing' y en dotar a su producto de una fama que se puede perder de un momento a otro si sale un lote defectuoso de champú que nos crea quemaduras en el cuero cabelludo o un lote de detergente que destroza la colada. Por ello los controles de calidad son muy superiores, porque el coste de perder esa publicidad y fama adquirida a lo largo de los años es muy superior al coste que le supone a la empresa controlar la calidad de un modo más certero.

Sin embargo, la marca Pepito de champú, si sale un lote defectuoso, no recibirá cuantiosas pérdidas derivadas de la pérdida de publicidad y confianza entre los consumidores, básicamente porque ésta apenas estaba asentada en el mercado.

¿Qué opináis vosotros?

3 comentarios:

J.E. dijo...

1. El problema es que las empresas llevan mucho tiempo invirtiendo en un valor añadido que quizás no era tan necesario.
O dicho de otro modo, que lo que estamos contemplando simplemente sea un reajuste del mercado del valor añadido, y no tendríamos que hacer un drama de esto. Habrá sectores sonde el valor añadido siga siendo importante, habrá sectores donde bajaran los ingresos pero seguirán habiendo marcas de prestigio y habrá sectores donde las marcas desaparezcan porque llana y sencillamente las marcas no tengan sentido.

2. En cuanto a la innovación, no estoy tan seguro. Redefinición de como se innova sí, pero creo que la cosa se proyectará hacia un cambio en los actores de innovación que hacia un congelamiento; O dicho de otro modo, creo que la innovación la realizaran marcas pequeñas que terminaran distribuyendo sus productos en las redes de las marcas blancas antes que por el departamento de innovación de una gran marca.

3. En realidad no están desapareciendo las marcas, sino cambiando el modelo.
Todo el mundo sabe que es Hacendado.
La diferencia radica en que los protagonistas del mercado en vez de las marcas productoras se están convirtiendo las redes de distribución.
Y, por cierto, ellas se lo han buscado.
Llevan un par de décadas subcontratando empresas que se dedican a la labor "dura" de fabricar y dedicándose a crear "imagen de marca". La nueva economia productiva se basaba en alejarse de la producción y todos sus vulgares trabajos (Como tratar con los vulgares trabajadores, pelearse con la vulgar Sanidad, etc...) y dedicarse a la tarea de vender humo y luces de colores.
Y, claro, han llegado las grandes redes de distribución y han dicho: "Oye, yo también puedo jugar a este juego". Y ahora contemplan que, efectivamente, las redes de distribución saben jugar a ese juego y patalean diciendo que que pasa con el valor añadido de la marca.

Pues lo que pasa con el valor añadido de la marca es que es humo, y al primer golpe de dirección del mercado se ha evaporado como el humo que es.

Y yo me alegro: Ahora me compraré las galletas más baratas, pero en vez de elegir entre Cuetara o Marbú elegiré entre Día o Mercadona, y al final me compraré las más ricas, pero a un precio mucho más bajo.

¡¡Viva el mercado libre y la sana competencia!!

PD: Y sin mencionar que la publicidad es lo más horrible que puede existir en el mercado; Es el medio por el que grandes empresas de mediocre calidad terminan prevaleciendo a pequeñas empresas de mayor calidad.

Anónimo dijo...

Hay que preguntar de donde sale la diferencia en precio entre las marcas blancas y las tradicionales ...

CCOO nos indica que el ahorro viene de los trabajadores !!

http://www.ccoo.es/csccoo/menu.do?Areas:Confederacion:62597

Alberto Fernández dijo...

Las marcas blancas llevaban ya mucho tiempo en el mercado, no son algo nuevo o que han aparecido de golpe con la crisis. Lo que pasa es que eran unos bienes sustitutivos, es decir, ante variaciones de componentes de la demanda de las marcas líderes, las marcas blancas venden más o venden menos. Y eso es lo que ha ocurrido con la crisis, la bajada de la renta propicia que se sustituya un bien de marca líder por otro de marca blanca.

Cuando la economía se recupere y las rentas vuelvan a subir, veremos que las marcas líderes recuperan sus cuotas de mercado.

En cuanto a la afirmación de JE de que la marca es mero humo, en fin, cada uno tiene su opinión, pero esa idea creo que es tratar al consumidor de tonto. Me explico. Si leche A de marca líder es igual que leche B de marca blanca, y compramos leche A, es que somos tontos. Osea, que algo habrá aparte del humo que nos decante por esa preferencia. A precios iguales, es muy seguro que todos comprásemos leche de la marca líder, ¿por qué será?

La referencia a la innovación y su futuro, recomiendo la lectura del "Informe COTEC: Tecnología e Información 2009 de la Fundación COTEC". Porque lamentablemente no es en las empresas pequeñas donde se realizan los procesos de innovación. Un ejemplo: CASBEGA fabrica y distribuye Coca Cola en España, sin embargo, es Cola Cola INC la que desarrolla los nuevos sabores y líneas de producto.

Para terminar una cita de Antonio Machado: "Todo necio confunde valor con precio."

Saludos desde Madrid.