martes, 29 de septiembre de 2009

Madrid y los Juegos Olímpicos

He de disculparme por escribir tan poco, pero estoy enfrascado en lecturas tan apasionantes como 'Concepto de Derecho' o 'Kelsen y la norma fundamental' y con la perspectiva de un buen examen de Derecho Constitucional la semana que viene. No obstante, os animo a que me sigáis en uno de mis planes para este fin de semana, concretamente para este viernes a eso de la hora de comer.

Coged una buena bolsa de patatas -o fritos, o cortezas o gominolas, lo que más os guste- y una cerveza fría. Haced un hueco en el sofá bien comodito y poned Telemadrid. En ese instante podréis carcajearos gloriosamente de las caras de decepción de Gallardón, Lissavetzsky, Cohgen -o como diablos se escriba- y demás tíos que se habrán ido a Copenhague a pegarse una semana a cuerpo de Rey a sabiendas del resultado final: Madrid no organizará los JJOO de 2016.

Ojalá me pueda desdecir de mis palabras, por supuesto; me encantaría venir al blog y arrastrarme penosamente para pedir perdón a todos aquellos que se han rasgado las vestiduras por las bondades de la candidatura olímpica madrileña -y es que la desorganización española cuenta mucho, que tenemos mucho de chapuceros- que obviamente, tras la elección de Londres en 2012; no tenía ni una pizca de posibilidad de organizar los juegos. Bien lo sabe París.

¡Qué nos dejen de dar la vara con que si el Rey fue internacional cuando mi padre se estaba aprendiendo la tabla de multiplicar o con que si Samaranch, pobre anciano, ha salido de su sarcófago decrépito para arrancar algún voto! Que no se engañen, Obama tiene más gancho que el Rey; Río de Janeiro tiene mil oportunidades más que Madrid.

Espero que las 400.000 "corazonadas" no sean síntoma de la salud cardíaca de los madrileños, porque este viernes puede haber 400.000 ataques al corazón. Pobrecicos.

3 comentarios:

Javi dijo...

¿Ya eres kelseniano o aún no? Kelsen es grande.

Soria dijo...

Sí Javi, Kelsen es mi nuevo Dios. XD

Judas N. dijo...

Cambia el menú de la comida por una buena merienda que la elección es por la tarde.

Aún así, huele bastante a Río de Janeiro.

P.D.: pobre Samaranch. Estará mayor, pero con que haga lo que hizo hace cuatro años habrá cumplido de forma holgada su cometido.